FARSA Y LICENCIA DE LA REINA CASTIZA





Farsa y Licencia de la Reina Castiza, publicada por primera vez en la revista la Pluma en 1.920, reeditada como libro y revisada en 1,922, luego recogida en el volumen Tablado de marionetas para educación de príncipes, de 1.926, junto a la Farsa italiana de la enamorada del Rey y la Farsa infantil de la cabeza del dragón, y, por último, estrenada en el Teatro Muñoz Seca de Madrid el 3 de junio de 1.931, constituye uno de los pasos previos más expresivos de la posterior plenitud de la estética esperpéntica de Valle-Inclán en obras como Luces de Bohemia o Los cuernos de don Friolera.

La Reina castiza es una pieza con una base histórica reconocible, como es el reinado de Isabel II, una "corte de los milagros" garabateada por el dramaturgo, que muestra al público la caro de las intrigas y corruptelas de Palacio, de los abusos de poder, de las mamarrachadas de peleles históricos, que adelantaban ciertos gestos luego expresados en la serie truncada de El Ruedo Ibérico (1.927-1.936).

En La Reina castiza, la pretensión de un tuno de chantajear a la Casa Real con unas cortas de la Señora, de las que casi todos los personajes quieren sacar tajada, es la línea principal de la acción, en torno a la cual se van tejiendo los caracteres afantochados que Valle observó en la realidad histórica de la España isabelina en sus últimos años: las incontinencias de la Reina, el papel de pelele de Rey consorte, la crisis de subsistencia y el peligro de revueltas, la "solución militar", la función de la prensa, el poder real de personajes históricos como el confesor de la Reina Antonio Mario Claret, etc...